Casi todos los años, Mazda pone el año que viene por delante de los modelos, en el caso del Mazda6 2017, sólo se reconoce exteriormente por un detalle. Los cambios, nada imperceptibles, se han producido tanto en el interior como en el apartado técnico. Una primera prueba de conducción en el nuevo Mazda6 familiar aclara cómo se comportan las innovaciones en la soleada prueba de resistencia de Barcelona.
La única señal del modelo de 2017 está en el retrovisor exterior, donde hay un delicado indicador LED. Por lo demás, el Mazda6 familiar es tan «Kodo’ish» como desde 2015. Por lo demás, el Mazda6 familiar es tan «Kodo’ish» como lo ha sido desde 2015. La novedad es el «Jinba Ittai» revisado. Japonés para la conexión entre caballo y jinete, esto es evidente en la alineación central del jinete al volante. Sin desplazamiento, el aro de la dirección y el centro del jinete están en una misma línea.
Tomando el volante en la mano, llama la atención el nuevo corte de la unidad de control. Más elegante, más deportivo y con cierres de aluminio que enmarcan los botones. El cuero también es mucho más flexible que antes. Un factor digno de mención, incluso si la gama que empieza en 25.690 euros tiene más que ver con el ahorro de costes de flota o de otro tipo. Pero puedes seguir sintiéndote bien en tu nuevo coche, incluso a precios bajos.
La novedad en el caso del Mazda6 2017 es sobre todo la tecnología, que no se ve pero se siente. El gran diésel de 2,2 litros también está equipado con un pequeño contrapeso en el pistón. Esto evita la típica generación de ruido en torno a los 3.500 megahercios. Además, en la gama de frecuencias por debajo de ésta, los ruidos creados se anulan entre sí. El efecto es un sonido diésel combatido en su origen, mucho más silencioso y, por tanto, apenas perceptible en el interior.
La próxima actualización es menos una intervención en el hardware que en el software. «G-Vectoring Control», o GVC para abreviar, es el nombre de una solución de software diseñada para mejorar la experiencia de conducción y aumentar el confort. El punto central es la dirección. Un impulso en la dirección reduce el par motor, con lo que se carga más el eje delantero (distribución de la carga de 0,01 a 0,1 g) y, al mismo tiempo, el comportamiento en curva es más preciso y suave.
En definitiva, no hace necesariamente más ágil al Mazda6, pero sí mucho más fácil y relajado de conducir. Nos impresionó especialmente la estabilidad direccional en las curvas, así como la consiguiente reducción del esfuerzo al volante. En carreteras irregulares, el GVC es especialmente útil para la estabilidad direccional, lo que significa que el Mazda6 2017 sigue circulando en línea recta a pesar de los baches, sin necesidad de corregir la dirección.
Como última mejora, el Mazda6 utiliza ahora una cámara en el parabrisas en lugar de tecnología láser. Esta información es utilizada por el asistente de señales de tráfico y el asistente de mantenimiento de carril. Sin embargo, la información más importante es para el asistente de frenada de emergencia, que ahora puede mirar 100 metros por delante en lugar de sólo diez. El asistente de frenada de emergencia está activo hasta 80 km/h, y el sistema puede detectar peatones hasta 30 km/h.
En resumen, el Mazda6 2017 no es un lavado de cara, sino un lifting tecnológico. En conjunto, los nuevos asistentes y las funciones adicionales hacen que el Mazda6 sea no solo más seguro, sino también más cómodo. ¿Vives en Madrid y buscas un buen coche de ocasión? En el concesionario Crestanevada de coches de segunda mano en Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.