El diesel tiene futuro con la tecnología de Bosch

Con un valor récord de sólo 13 miligramos de óxido de nitrógeno por kilómetro en funcionamiento real, Bosch pone un audaz signo de exclamación en la tecnología diesel. Desde 2017, se aplica a los nuevos modelos de turismos un valor máximo de 168 miligramos de óxido de nitrógeno por kilómetro para una mezcla RDE de conducción en ciudad, interurbana y autopista.

Para la prueba no se necesitaron aparatos caros, ya que Bosch se limitó a perfeccionar la técnica existente. Se dice que no se han utilizado componentes adicionales, por lo que, según el director general de Bosch, Dr. Volkmar Denner, «el diesel es bajo en emisiones y sigue siendo asequible». Desde principios de este año, no se podrán emitir más de 168 miligramos de óxido de nitrógeno por kilómetro (Euro 6d-temp); a partir de 2020, este valor bajará a 120 miligramos (Euro 6d). En las mismas condiciones estandarizadas de conducción RDE, Bosch alcanza 13 miligramos.

Incluso durante las exigentes pruebas de conducción en el centro de la ciudad, el valor de sólo 40 miligramos es inferior al exigido legalmente. El avance sólo se ha logrado en los últimos meses. La combinación de una sofisticada tecnología de inyección, un sistema de aire de nuevo desarrollo y una gestión inteligente de la temperatura hace posibles estos valores.

Según Bosch, esto permite cumplir los valores límite, independientemente del conductor. El conductor puede acelerar con fuerza o conducir despacio, independientemente de que haya temperaturas bajo cero o pleno verano. Los valores límite deben respetarse.

¿Cuáles son los detalles de la nueva tecnología diésel?

Dos influencias han sido hasta ahora decisivas para la reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno en los vehículos diésel. Una es la influencia del conductor. Bosch ha encontrado el antídoto técnico con un sistema de aire del motor que responde. Cuanto más dinámico sea el estilo de conducción, más dinámica deberá ser la recirculación de los gases de escape. Esto es posible, entre otras cosas, gracias a unos turbocompresores que responden más rápidamente que antes. Y con la combinación de la recirculación de gases de escape a alta y baja presión, el sistema de aire es aún más flexible. Esto permite al conductor arrancar rápidamente sin un aumento brusco de las emisiones. Igualmente importante es la influencia de las temperaturas. Para una conversión óptima de los óxidos de nitrógeno, los gases de escape deben estar a más de 200 grados, una temperatura que a menudo no se alcanza, sobre todo cuando se conduce en ciudad. Aquí es donde Bosch apuesta por una sofisticada gestión térmica del motor diesel. Bosch regula ahora activamente la temperatura de los gases de escape: de este modo, el sistema de gases de escape permanece tan caliente que funciona en un rango de temperatura estable y las emisiones se mantienen en un nivel bajo.

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