Cómo reducir el dolor de la fascitis plantar

La fascitis plantar es una afección dolorosa en la que los tejidos de la planta del pie se irritan al soportar peso. El término «fascitis plantar» es un poco menos preciso de lo que creíamos, ya que no se trata de una afección puramente inflamatoria, como podría dar a entender la parte «itis». Se trata más bien de una afección que se produce cuando el tejido de la fascia plantar se sobrecarga más allá de su capacidad de resistencia. Esta sobrecarga hace que el tejido se vuelva doloroso.

Signos de fascitis plantar

El principal indicador de que padece fascitis plantar es el dolor en el talón y en la planta del pie, que suele empeorar tras la inactividad. Las personas que padecen fascitis plantar suelen decir que los primeros pasos de la mañana, o caminar después de estar sentados mucho tiempo, son increíblemente dolorosos. Tras unos minutos de movimiento, los síntomas y el dolor suelen reducirse.

Cuando se realizan actividades en las que se soporta peso, como correr, la fascia plantar también se irrita, ya que la carga que soportan estos tejidos es superior a la que pueden soportar, señala fisioterapia Miguel Peña. Este es un concepto importante que hay que entender en la rehabilitación de la fascia plantar. Nuestro objetivo de rehabilitación debe ser aumentar la fuerza de los músculos del arco del pie para que no se sobrecarguen constantemente. Los estiramientos por sí solos no lo consiguen, aunque suelen ser el tratamiento más recomendado.

¿Qué se puede hacer para reducir el dolor de la fascitis plantar?

Desde el punto de vista del tratamiento, clasificamos los tratamientos en dos categorías: los que calman temporalmente los síntomas de la fascitis plantar y los que mejoran a largo plazo.

Los tratamientos para «calmar los síntomas» son estupendos por lo irritante que puede ser este dolor. Tienes que caminar para poder desenvolverte en la vida diaria. Y eso hace que evitar esta dolorosa afección sea todo un reto. Por eso utilizamos herramientas como la movilización de tejidos blandos, la descompresión miofascial, los estiramientos, el vendaje y la punción seca para aliviar el dolor, aunque sólo sea temporalmente. Combinar esto con soluciones a largo plazo es la mejor receta.

Movilización de tejidos blandos

Una de nuestras herramientas favoritas para dar a las personas con fascitis plantar es esta simple movilización con una pelota de lacrosse en la parte inferior del pie. Masajea suavemente estos tejidos durante ~1 minuto antes de levantarte de la cama por la mañana para reducir el dolor que tienes en esos primeros pasos.

El siguiente paso en el tratamiento de la fascitis plantar es fortalecer los tejidos de la planta del pie. Un gran ejercicio para ello son las elevaciones de pantorrilla con minibanda, que trabajan el tibial posterior y los músculos de los pies, lo que ayuda a reducir la tensión ejercida sobre la fascia plantar. Utilice una minibanda lo suficientemente fuerte como para que las series de 10-20 repeticiones sean un reto.

Elevaciones de pantorrilla con rollo de toalla

También nos encantan las elevaciones de pantorrilla con rollo de toalla para fortalecer la fascia plantar. Extender el dedo gordo del pie sobre un rollo de toalla aumentará las exigencias de fuerza sobre el pie en comparación con las elevaciones de pantorrilla estándar. Realiza 3×12 con la variación más dura que puedas en este vídeo sin más que molestias en el pie.

¿Por qué los pacientes con dolor de fascitis plantar deberían consultar a un fisioterapeuta?

Dado que esta afección es tan dolorosa, acudir a un fisioterapeuta experimentado puede acelerar enormemente su proceso de recuperación. Muchos corredores tienen problemas de técnica que ponen más tensión en su fascia plantar y limitan su eficiencia al correr.