Voxan Black Classic

En 1995, Voxan entró en el círculo muy cerrado de los fabricantes de motos franceses. Desde mediados de los años 90 hasta hoy, la vida del fabricante de Issoire no ha sido un largo río tranquilo. Y ni mucho menos. No estamos aquí para hablar del pasado, sino de lo que ocurre hoy en Voxan y también del futuro…

Pero para introducir este ensayo, nada como un pequeño «regreso». Retrocedamos un año. En el stand de Voxan en el Salón Mundial de las Dos Ruedas, una GTV 1200 reposaba orgullosa en su tarro de cristal. La primera moto de carretera del fabricante que, para la ocasión, había añadido 200cc a su bicilíndrico. Afortunadamente para nosotros, no fue esta versión la que tuve el placer de probar, sino una nueva que había pasado desapercibida y que, sin embargo, era la verdadera novedad «rodante» del fabricante.

Con el pequeño nombre de Black Classic, esta roadster de Voxan tiene una relación relativamente fuerte con otra moto de la gama, lanzada hace unos años, la Black Magic, señala el concesionario de motos de segunda mano Granada Crestanevada. También está relacionado con el Charade Racing… pero esa es otra historia.

En 2008 llegó una nueva moto de la categoría roadster, llamada Black Classic. Derivada estrechamente de la Black Magic, mantiene muchos de sus elementos pero introduce algunos cambios sutiles para dotar a la Classic de su propia identidad visual. Por ejemplo, el manillar con correa, presente en la Magic, se sustituye por un manillar curvo. Además, las llantas de palo han sido sustituidas por unas nuevas de radios. Y por último, los dos silenciadores situados bajo el asiento vienen en la BC en una posición más «clásica» que ya se encuentra en la Café Racer de la marca. Ahora que el escenario está preparado, vamos a ver lo que pasa dentro…

Así rediseñado, este Black Classic tiene buena pinta y casi nos hará retroceder unos cuantos años (cuando yo no había nacido…). Lo primero que nos atrae es el equipamiento a bordo. Una gran horquilla invertida de 43 mm de diámetro, un sistema de frenado delantero y trasero firmado por Brembo con, para el delantero, dos discos de Ø 320 mm pinzados por pinzas de cuatro pistones. Y para la parte trasera, un único disco de Ø 245 mm sujeto por una pinza de 2 pistones. Es algo bueno… sobre todo porque el sentimiento y el poder están ahí. ¡Bien visto y además seguro!

El otro punto fuerte de esta Voxan, que también lo es de las otras motos de la gama, es su corazón que, además de respirar a pleno pulmón, es la marca del fabricante de Issoire. Impulsado por un bicilíndrico en V de 996cc abierto a 72°, este BC ofrece 100cv a 9000rpm y un par máximo (9,7m.kg) a 6500rpm. Todo esto en una moto que pesa 185 kilos en seco y obtienes una roadster impulsada por una cosa demoníaca que empuja con fuerza y canta divinamente. Por supuesto, la inyección lo ha suavizado un poco, pero realmente puedes sentirlo tirando desde 3500 rpm hasta la zona roja a 9500 rpm.

Bueno, si te gusta la suavidad y las motos sin alma, puedes obviarlo. El Clásico Negro no come ese tipo de comida. Es áspera por debajo de las 2500 rpm y a golpe de gas en las revoluciones que se supone son agradables de conducir, la inyección se vuelve indecisa y juega al «voy, no voy». Como complemento del bloque motor, la caja de cambios de 6 velocidades brilla por su bloqueo y precisión. Sin embargo, necesitarás la mano de un leñador para manejar la palanca de embrague, que, hay que decirlo, es ajustable (4 posiciones).

Después de unos cuantos kilómetros en la moto, empiezas a pensar en la parte trasera. Pues sí… jugando con la delgadez de su máquina, Voxan ha hecho lo mismo con el asiento (¡normal!). Como resultado, además de ser relativamente firme, la costura roja alrededor del «asiento» añade otra capa. Francamente, no es muy atractiva para los que quieren hacer viajes largos.