En el mundo empresarial actual, el éxito de una empresa no sólo depende de sus ventas, sino también de la capacidad de gestionar su red de suministro y asegurarse de que dispone del inventario necesario para entregar los pedidos de los clientes. Las perturbaciones que se han producido durante la pandemia han demostrado cómo muchos fabricantes no han gestionado adecuadamente sus cadenas de suministro y han cosechado las consecuencias en términos de existencias insuficientes. Hay formas de gestionar una cadena de suministro en medio de interrupciones, pero requieren cambios en la forma de trabajar de la empresa.
Las perturbaciones no son infrecuentes
Un informe de McKinsey señalaba que el valor de los bienes intermedios comercializados a escala mundial se ha triplicado hasta superar los 10 billones de dólares anuales desde el año 2000 y, al mismo tiempo, las interrupciones se han convertido en algo habitual. McKinsey calculó que las empresas deberían esperar que cada tres años se produjeran interrupciones de la cadena de suministro de al menos un mes de duración.
Desde el año 2000, las empresas han implantado programas como el inventario justo a tiempo (JIT) y las operaciones ajustadas para mejorar la rentabilidad. Sin embargo, estos modelos de negocio han tenido consecuencias imprevistas, como la falta de existencias cuando se necesitan. Para capear el temporal, las empresas deben conocer los puntos débiles y vulnerables de su cadena de suministro.
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