Para muchas de las organizaciones consolidadas de hoy en día, el camino hacia el éxito y la evolución de la tecnología de gestión empresarial están estrechamente entrelazados. El avance y la diversificación del software de planificación de recursos empresariales (ERP) han permitido a las empresas integrar nuevas tecnologías en sus procesos de la cadena de suministro para impulsar su rendimiento, lo que se traduce en una serie de ventajas.
En la última media década, las soluciones ERP han evolucionado hasta convertirse en herramientas versátiles y polifacéticas que ayudan a las pequeñas, medianas y grandes empresas a gestionar su negocio. Sin embargo, técnicamente los ERP tienen una larga historia que se remonta a los años 60, cuando los primeros sistemas de software se basaban en la automatización de funciones individuales, como la gestión de inventarios.
Esto comenzó con la Planificación de Necesidades de Material (MRP) en los años setenta y ochenta. Posteriormente, MRP evolucionó y se denominó MRP II. Mientras que MRP se ocupaba principalmente de los materiales, MRP II se ocupaba de la integración de todos los aspectos del proceso de fabricación, incluidos los materiales, las finanzas y las relaciones humanas.
Las personas adecuadas en el momento adecuado
En aquella época, la mayoría de los sistemas empresariales se centraban en un proceso empresarial concreto, por lo que las empresas adquirían sistemas diferentes para cada proceso empresarial y, en última instancia, tenían que trasladar los datos de un sistema a otro para hacer llegar la información a las personas adecuadas en el momento oportuno. Esto daba lugar a numerosos errores humanos, procesos lentos, información incoherente e informes ineficaces.
El término «Planificación de Recursos Empresariales» no fue acuñado hasta los años 90 por The Gartner Group para describir la nueva generación de software MRP. El propósito era integrar todas las facetas de la empresa bajo un conjunto de aplicaciones de software. La definición de ERP se ampliaría para incluir casi cualquier tipo de gran paquete de software integrado.
Durante este tiempo se introdujeron los modelos básicos que son el pilar del software ERP y se integraron firmemente en el diseño. Entre ellos, la ya conocida arquitectura de sistemas en la que los ordenadores del cliente están totalmente separados del servidor. Esto permite alojar recursos, como las bases de datos, en ubicaciones centrales y distribuir recursos, como la interfaz de usuario y los servicios de informes, a otras ubicaciones.
Revolución digital ERP
En la década de 2000, ERP II se estableció como un nuevo software de Internet que daba acceso en tiempo real a las soluciones ERP. Con este nuevo software llegó el acceso a otras funcionalidades ajenas a la empresa, como la gestión de las relaciones con los clientes (CRM) y la gestión de la cadena de suministro (SCM). Además, la continua revolución digital y la potencia de procesamiento informático cada vez más asequible han traído cambios a prácticamente todos los ámbitos de las operaciones empresariales.
En 2010, la evolución de las tecnologías de Internet y los lenguajes de programación ha llegado por fin a la nube, donde las empresas pueden operar de forma eficiente y tener toda su infraestructura trasladada a ella. Este fue quizás el mayor impulso a la expansión y evolución de las capacidades del software ERP e impulsado por la disponibilidad universal de Internet y el desarrollo simultáneo de las tecnologías basadas en la web. Esto permitió la posibilidad de tener datos almacenados, gestionados y accesibles desde cualquier lugar con conexión a Internet.
Esta solución aporta las ventajas de la plena funcionalidad que ofrece el software ERP sin necesidad de adquirir y mantener toda una infraestructura informática. Los sistemas ofrecen un alto grado de flexibilidad que permite a los usuarios gestionar sus negocios en cualquier momento y lugar.
Muchas organizaciones ya están en la nube o tienen planes para migrar su ERP en un futuro próximo. Aunque las aplicaciones locales no están ni mucho menos muertas, es probable que en las próximas décadas se produzca un cambio mucho mayor en la migración de las empresas a la nube.
El software ERP actual apenas se parece al de décadas pasadas. Empresas de todos los tamaños y especialidades tienen la posibilidad de adaptar estos sistemas a sus necesidades específicas, mejorando la eficiencia, la producción y un largo etcétera. Lo que se ha mantenido fiel a lo largo de su vida es que el ERP sigue controlando, supervisando, analizando y pronosticando la salud de cada parte de la empresa en su conjunto.
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