La importancia de Karl Lagerfeld para BMW Individual es difícil de sobreestimar, después de todo, fue el zar de la moda quien dio a la empresa con sede en Múnich la primera idea de coches profundamente individualizados a principios de la década de 1990. Treinta años después, BMW Individual no ha perdido ni un ápice de su fascinación y muchos clientes ya no pueden imaginarse la vida sin él, sobre todo por los inusuales acabados de pintura. Entre los más destacados de la colorida historia de los BMW individuales se encuentra un BMW L7 diseñado por Karl Lagerfeld y realizado en 2000 sobre la base de la 7ª generación E38, que destaca por su pintura bicolor y un interior de gran calidad para su época. ¿Furgonetas en Málaga? Las mejores en furgonetas segunda mano Málaga Crestanevada.
Las últimas fotos proceden de Eslovaquia, donde el exclusivo BMW L7 con un acabado de pintura bicolor en naranja dorado y granate metalizado se expone actualmente en el Museo de Arte Danubiana, cerca de Bratislava. Al igual que el resto de BMW L7, el lujoso Serie 7 diseñado por Karl Lagerfeld tiene una carrocería que se ha estirado 25 centímetros más en comparación con la versión larga normal, lo que le ha proporcionado aún más espacio en la parte trasera. Con 5,37 metros de longitud total, el L7 no sólo era el Serie 7 E38 más noble, sino también el modelo superior indiscutible de BMW AG en su época.
El interior está dominado por el cuero marrón y la madera burl, con costuras de contraste naranjas que retoman la pintura exterior bicolor. El sistema de infoentretenimiento y comunicación de la parte trasera, ultramoderno para la época, era puro lujo y, además de teléfono a bordo, incluía fax, reproductor de VHS, frigorífico o, como en el caso del Lagerfeld L7, una pequeña caja fuerte para guardar objetos de valor especiales. La mayor intimidad en la parte trasera se conseguía con un cristal y pesadas cortinas entre la primera y la segunda fila de asientos.
Entre 1997 y 2001 se construyeron un total de 899 unidades del BMW L7 E38, todas ellas basadas en el 750iL y portando también su V12 de 5,4 litros con 326 CV y 490 Newton metro de par. El hecho de que la serie 7 extralarga pesara 2,2 toneladas y, por tanto, necesitara 7 segundos para pasar de 0 a 100 km/h no era importante para los clientes, la mayoría de los cuales viajaban en la parte trasera. Incluso Karl Lagerfeld casi nunca condujo él mismo su L7, prefiriendo el asiento del copiloto y que le llevara un chófer.
Tras la adquisición de la marca Rolls-Royce, BMW renunció a fabricar variantes extralargas de la Serie 7, como el L7; en adelante, los clientes que buscaban el máximo lujo se dirigían al Rolls-Royce Phantom. No obstante, hubo numerosos modelos especiales de la Serie 7, el último de ellos incluso con pintura bicolor.
Nota: originalmente, el texto se refería a un periodo de producción de 1991 a 2001; el periodo correcto es, por supuesto, de 1997 a 2001.